Los diarios chicha nacen durante el primer gobierno del ex presidente Alberto Fujimori en los años 90, con la finalidad de resaltar y/o distorsionar varios aspectos de su régimen como las obras efectuadas por el entonces presidente, también difamar y calumniar a periodistas y personajes políticos opositores (tales como Ángel Páez, Edmundo Cruz, Luis Castañeda Lossio, Alberto Andrade, entre otros), y así ayudar, mediante el manejo y la manipulación de la opinión pública a obtener la reelección del fujimorismo.
Rubén Gamarra Garay, periodista
que trabajó para esta prensa comprada escribió el libro “La prensa chicha de
Montesinos” en ella relata al detalle cómo empezó ese periodo oscuro en que los
diarios chicha se apoderaban del mercado.
El Diario “El Tío” se crea en
marzo en el año 1998, cuenta Gamarra que se le da el nombre “El Tío” al “Doctor”, (ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos) y Giorgio Bresani, hijo
de Augusto Bresani (secretario de prensa de Vladimiro Montesinos), fue quién da
el famoso nombre a este diario que estaba destinado a apoyar a Fujimori y a
eliminar a los enemigos de la dictadura.
El diseño del Diario “El Tío” estuvo
a cargo de Augusto Bresani y José Olaya (propietario del diario); Giorgio y
Giancarlo Bresani, se encargaban de dar forma a este diario sucio en el bunker
de Los Pinos (Miraflores). Augusto Bresani le comenta a Olaya que iba a convencer a
Montesinos para que apoyara económicamente a este nuevo “engendro”, logrando así que “El
Doctor” le de 80 mil dólares para ese propósito.
“EL TÍO”, SALE A LA VENTA LISTO
PARA MENTIR:
Luego de finalizar la
diagramación y obtener la aprobación de Montesinos este diario sale por fin a
la venta. Elaborar los titulares era muy sencillo, “Montesinos
enviaba un artículo elaborado por los especialistas del SIN (Servicio de
Inteligencia Nacional) al fax encriptado de Bresani (en Chacarilla, dónde recepcionaba los materiales para "El Tío" y otros 5 periódicos
chicha más) y este le ordenaba a César
Piccioti darle forma periodística y a
Toño Tapia hacer la caricatura, luego se iba el material listo a las oficinas
del diario, los periodistas que trabajaron al lado de José Olaya como Hilmer
Gasco, pueden dar fe de cómo se llevaba a cabo esta sucia campaña de
desprestigio” menciona Gamarra en su libro.
Los artículos del diario que eran
en condicional y en doble sentido, siempre estaban dirigidos en la mayoría de
veces a difamar a Gustavo Mohme (Director de La República), Jorge Luis Risco,
Ángel Páez y Edmundo Cruz (periodistas de investigación de La República) y
Ricardo Uceda.
“Todos los personajes venían desde el SIN con su apodo, Mohme “la reina
de la primavera”, Jorge Luis Risco, ¡Hay que Risco!, Alberto Andrade “chancho”,
“ceboso”, “pitucón”, Castañeda Lossio “loco”, “perrero”, Ángel Páez “traidor”
“vende patria” y así por el estilo. A todos ellos debían ponerles apodos, que
según Montesinos, no valían de nada sino
eran despectivos”.
Bresani cada vez que daba
indicaciones sobre la campaña sucia afirmaba
“tienen que poner cosas que los denigren como personas, sino al “Doctor no le
gusta”. Bajo esta misma premisa se manejaron los titulares de todos los “Diarios
Chichas” menciona Gamarra.
EL DIARIO “EL TÍO” DIFAMA A ÁNGEL
PÁEZ:
En lo que respecta a Ángel Páez,
él denunciaba en el Diario La República los horrores del régimen, por lo que el
diario “El Tío” trataba de hacer quedar contrariamente como un traidor a la
patria, que tenía intereses y que estaba aliado con el Ecuador, además de que estaba
a favor de los grupos terroristas.
Todos los artículos publicados
de una a dos caras enteras dedicados al “Traidor de Páez” (como lo llamaban en
el periódico) estaban escritos por Miguel Valdivia (Jefe de la Unidad de
Investigación de dicho diario). En la
siguiente fotografía apreciaremos una lista sacada del libro de Gamarra con los
títulos que tenía que colocarse en la portada.
ÁNGEL PÁEZ CUENTA SU HISTORIA:
Entrevista a Ángel Páez (jefe de
investigación del Diario La República).
Entrevistamos a Ángel Páez, jefe de investigación del Diario La República, quién nos dijo que la difamación empieza a
raíz de una serie de publicaciones que realizó sobre la compra ilícita de armas que favorecía a un
grupo específico de empresarios o traficantes de armas durante el gobierno de
Alberto Fujimori, lejos de validar dicha información periodística, el gobierno
y el mismo Alberto Fujimori buscaron desprestigiarlo, plasmándolo en cientos de
portadas del Diario “El Tío” con afirmaciones falsas, inventando cobros indebidos, viajes pagados por empresas, acusándolo
de espía de Ecuador (por la Guerra de Cenepa) hasta el punto de ser colaborador
de Sendero Luminoso, según afirma Páez, él siguió investigando a pesar de que estaba cuestionado.
Páez nos comenta también que al principio le ofrecieron dinero para que no publicara todo esto, pero como él seguía con su trabajo de investigación y no se quería vender; le ofrecieron dinero para que publicara sus artículos a favor de algunas empresas pertenecientes a esta red de corrupción (traficantes de armas).
Páez nos comenta también que al principio le ofrecieron dinero para que no publicara todo esto, pero como él seguía con su trabajo de investigación y no se quería vender; le ofrecieron dinero para que publicara sus artículos a favor de algunas empresas pertenecientes a esta red de corrupción (traficantes de armas).
En el Diario “El Tío” existen más
de 300 carátulas en contra de Páez y casi siempre una página por artículo a
difamarlo.
Títulos de las portadas del Diario "El Tío" en el año 1998.
Artículos de 1998 por el Diario “El
Tío” .
Durante esta campaña sucia que
duró casi dos años le afectó en lo laboral, porque las fuentes con las que trabajaba
pusieron en duda su trabajo y reputación. En lo que respecta a su trabajo en el
Diario La República, nos dice que verificaron muchas de sus investigaciones con
la finalidad de saber su origen y
veracidad, pero se dan cuenta que todo estaba documentalizado, descubriendo que
se trataba de una campaña proveniente del
SIN. Menciona también “que el
periódico nunca dejó de lado su compromiso con nuestro trabajo y le dio amplio
espacio cada vez que teníamos una investigación, pues fue la mejor manera de
responder a estos criminales, era seguir y seguir investigando. Ellos no se querían silenciar y nosotros respondíamos con más reportajes de investigación” dice
Páez.
“Viví en varios lugares, salía de la ciudad, me acostumbré tanto a eso
que era sorprendente ver que amanecía, porque pensé que seguía la noche, porque
era un tipo de horario terrible”.
“También sentía mucha
indignación y frustración, pero bastante preocupación sobre todo por la
familia; sin embargo hubo suficiente convicción como para continuar con el
trabajo de investigación, creo que eso fue fundamental, es el tema de mi tesis
en la que estoy trabajando ahora”.
“Por otro lado, no sentí que me hicieran daño en términos que se iban a
cambiar la imágen que tenían de mí, porque era tan evidente que esto era
instrumentalizado, organizado por el SIN (Servicio de Inteligencia Nacional),
no era que me diera importancia, pero me dije que la única manera de poder
dejar en claro que esto era una campaña financiada con un propósito de
represaría sobre mis trabajos de investigaciones de corrupción, era seguir publicando e investigando,
como hasta el día de hoy estoy haciendo y seguiré haciendo”. Esto es lo que
tuvo que vivir y la sensación que sentía Páez aquellos años en los que veía su
nombre en el diario y veía que su reputación como periodista estaba seriamente cuestionada.
Le preguntamos si alguna vez se
había cruzado con José Olaya (propietario del “El Tío) nos menciona lo
siguiente: “Me he cruzado con él, durante
la campaña de difamación de casualidad en Cineguilla, cuando se dio cuenta que
yo me había dado cuenta porque le pasaron la voz, me comenzó a perseguir con
los carros porque él tenia seguridad del SIN y finalmente me quedó mirando a
ver que hacía porque estaba con un amigo de su familia y la segunda ocasión fue
poco antes de su condena en una cafetería yo pasaba, pero él estaba ahí me
quedo mirando pero nunca pasó nada”.
Revela también que tenía fuentes
de información en el Diario “El Tío” y por ello, llegaron a descubrir de donde venía
el dinero y las órdenes.
Fragmento de la entrevista a Ángel Páez (Jefe de Investigación del Diario "La República"
LA OTRA CARA DE LA HISTORIA:
Por otra parte, quisimos
corroborar la información con el propietario Pepe Olaya (José), pero no tuvimos
éxito alguno.
FIN DEL REINADO DE FUJIMORI:
El imperio de corrupción de
Alberto Fujimori finaliza con el famoso primer “vladivideo” que le dieron por
nombre “Kouri-Montesinos”, una
conversación de Alberto Kouri (ex congresista) con Montesinos en la que se
observa al “Doctor” comprando el pase de un congresista de oposición a las
filas del fujimorismo. Esto se transmitió por el Canal N en el año 2000. Esto motivó a que aquellos diaros que se iniciaron con la finalidad de ayudar a a la reelección de Fujimori desaparezcan.
Audio de Alberto Kouri con Montesinos que dio fin a ese gobierno.
Como ya sabemos hubieron dos
juicios respecto a la prensa chicha: Uno de Montesinos, los propietarios, directores
y operadores donde se establece que el financiamiento de la prensa chicha fue
con la autorización de Alberto Fujimori. Y el de Fujimori, por la
autorización de este para el financiamiento, es ahí cuando Páez asiste como
testigo.
Tras todo esto, Ángel Páez sigue
trabajando como periodista de investigación en un reconocido y serio diario y es considerado ahora unos mejores
periodistas de investigación del País.
Hola, estoy haciendo un trabajo sobre la prensa amarilla durante el gobierno de Fujimori,
ResponderEliminarpodrías dejarme tu e-mail?
Hola, recién vi tu mensaje... espero que hayas podido hacer tu trabajo. Saludos.
EliminarHola. Soy un estudiante español que estuvo en Perú de intercambio estudiantil, y ahora estoy haciendo un trabajo de la prensa durante los gobiernos de Fujimori, me interesa mucho este tema, podría contactar contigo?
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